Pero si, aún así, lo vamos a intentar. Que no se diga. A ver si luego van a recuperar la cordura y van a ir diciendo por ahí "es que mi madre nunca hacía nada conmigo"... Y no, no seré yo la que les recomiende que los persigan insistiendo en hacer alguna de las propuestas. Pero por si tienen un momento de debilidad madrera... aquí van:
1. Imprimir y decorar con fotos. Esta es la idea de la semana en el Nido. La polluela ha visto mi pequeño amago de motivación colgando las fotos de los tips del Nido encima de mi mesa, y se ha apuntado a la idea (no hay nada mejor que hacer algo que no va con ellos para que se interesen). Ella quiere decorar su cuarto con sus fotos. La cosa no da para ninguna explicación DIY. Simplemente imprimí en papel fotográfico, que hoy en día es de lo más accesible. Luego me pasé por Obradoiro Kreativo y allí me dieron la idea de utilizar como base cartón pluma. Cortamos las fotos y el cartón a la medida con un cutter, pegamos con cinta de doble cara, y... ¡voilá! Ah, a la pared se pueden aplicar con masilla, todo fácil y limpio! Las fotos quedan al aire, pero eso les da un toque más natural que el cristal, y aunque pueden deteriorarse antes, por el precio del invento, ¡el resultado mola!
2. Pintar una pared. Vale, vale, tranquilidad, ¡no empiecen a hiperventilar! Una pared, una sola, puede dar a su cuarto un punto de atención sobre algo que ellos quieran destacar, y ayudarles a decorar su habitación... ¡¡da puntos de madre guay!!
Ya saben que la pintura del momento es la que convierte las paredes en pizarra . Yo no me puedo imaginar a ningún adolescente al que algo así no le resulte atractivo... Pueden ver ejemplos del resultado aquí. Vamos, ¡¡no hay dolor!!
3. Ver películas... de miedo. Yo esto lo llevo particularmente mal, es más me provoca una ansiedad que no debe ser nada sana. Pero los pollos son súper fans, me temo que como la mayoría a partir de cierta edad. Ellos que busquen el repertorio. Ustedes únanse al sarao cuando ya esté montado, y conseguido: ya está usted en su terreno. Por supuesto aportar palomitas es una buena opción, y si desconectan mentalmente para no morir de susto... ¿se notará mucho?
4. Escuchar música en el coche. No sé ustedes, pero yo me cansé de ir en el coche acompañada de zombis con auriculares. Así que decidí ceder... sssshhh... que no sirva de precedente... y conectar su su música del móvil al bluetooth del coche (no siempre, nos turnamos, o se me aflojarán los tornillos que me quedan). Teniendo en cuenta que tengo una hija hiphopera y un hijo con gustos Neofolk/Ambient/Metal (se lo acabo de preguntar) al menos puedo contar con que el repertorio será variado...
5. Un masaje. Venga, yo hago de buena madre, y luego me toca a mí, jeje... Ojo, no hablo de meternos donde no sabemos, ¡no vayamos a hacernos daño! Pero es un hecho que las madres solemos tener el cuello hecho un ocho y que los adolescentes se quejan mucho de la espalda, entre sentarse con ese estilazo y las mochilas colgantes... Un simple masajeador portátil puede hacer el milagro de coincidir un rato en el mismo espacio físico con ellos. No vamos a curar nada pero ¿que tal cambiar gruñidos por ronroneos?
Ya saben que la pintura del momento es la que convierte las paredes en pizarra . Yo no me puedo imaginar a ningún adolescente al que algo así no le resulte atractivo... Pueden ver ejemplos del resultado aquí. Vamos, ¡¡no hay dolor!!
La foto es de Decoideas.net |
3. Ver películas... de miedo. Yo esto lo llevo particularmente mal, es más me provoca una ansiedad que no debe ser nada sana. Pero los pollos son súper fans, me temo que como la mayoría a partir de cierta edad. Ellos que busquen el repertorio. Ustedes únanse al sarao cuando ya esté montado, y conseguido: ya está usted en su terreno. Por supuesto aportar palomitas es una buena opción, y si desconectan mentalmente para no morir de susto... ¿se notará mucho?
4. Escuchar música en el coche. No sé ustedes, pero yo me cansé de ir en el coche acompañada de zombis con auriculares. Así que decidí ceder... sssshhh... que no sirva de precedente... y conectar su su música del móvil al bluetooth del coche (no siempre, nos turnamos, o se me aflojarán los tornillos que me quedan). Teniendo en cuenta que tengo una hija hiphopera y un hijo con gustos Neofolk/Ambient/Metal (se lo acabo de preguntar) al menos puedo contar con que el repertorio será variado...
5. Un masaje. Venga, yo hago de buena madre, y luego me toca a mí, jeje... Ojo, no hablo de meternos donde no sabemos, ¡no vayamos a hacernos daño! Pero es un hecho que las madres solemos tener el cuello hecho un ocho y que los adolescentes se quejan mucho de la espalda, entre sentarse con ese estilazo y las mochilas colgantes... Un simple masajeador portátil puede hacer el milagro de coincidir un rato en el mismo espacio físico con ellos. No vamos a curar nada pero ¿que tal cambiar gruñidos por ronroneos?
Son los ejemplos que han ido funcionando por aquí. Si tiene más ideas o trucos propios por favor, ¡¡compartan!!
7 comentarios:
Me parecen unas ideas estupendas¡¡ :) Pareces una madre molona¡¡ jaja le paso el blog a mi padre, para que use tu sabiduría con mi hermano (11 años) y yo me lo voy estudiando todito :)
Uy... Sabiduria... Ya quisiera!!!
Besotes!!!
Qué buenas ideas. Mi hijo tiene 10 años y todo lo que apuntes voy a ir anotándolo. Ya sabes que tu experiencia nos viene bien a las que vamos detrás. Precioso blog Catalina.
Muchísimas gracias!!!
Buenas ideas. Lo de la música es algo que hago desde que era pequeña porque poco tiempo le duró lo de gustarle la música infantil.
Uy, lo de la música infantil ahora es un suspiro! Gracias por comentar.
Uy, lo de la música infantil ahora es un suspiro! Gracias por comentar.
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